Las calles se cerraron.La lluvia de ayer eran lágrimas mías. La luna llena de hoy es tuya .Se mezcla con el olor de cerveza y bachatas que salen sin vergüenza por las ventanas de los bares. Hace calor. Mucho calor. Mi piel sigue fría y húmeda como me sucede a menudo en noches calientes. El agua que baja por mi rostro ya no son lágrimas. La lucidez y la enajenación, el rechazo y el deseo, la crueldad y el amor o el miedo y la esperanza soy yo. Los momentos de ahora son recuerdos que se encolan como guantes en el verano. Están, profundos en mis entrañas. La música vuela. Las palabras se quedan. La guitarra muere. La noche continúa...pero ya no me lleva con ella.
Foto: Clicio Barroso
Foto: José Ferreira Vício negrocoberto de nadanão é dia, é noiteescura e frianum céu sem anjosque num arrepio de medo, a...